Convertirse en franquicia es utilizar el mejor sistema de expansión comercial que una empresa puede tener. Aquellos que llevan en el mundo el comercio el tiempo suficiente como para pensar en expandir su negocio a una franquicia deben tener los siguientes puntos en cuenta:
-Poseer una marca registrada y reconocida.
-Tener sistematizadas las operaciones (tareas, funciones y responsabilidades de cada recurso humano)
-Haber operado por lo menos 2 de sus locales por más de dos años (obligatorio por ley)
-Contar con un concepto de negocio relativamente diferente (por producto o forma)
-Pertenecer a un mercado en expansión.
-Ser rentable.
¿Qué significa ser rentable? “Hablar de rentabilidad en franquicias es saber en cuánto tiempo el franquiciado recuperará el capital, y que el movimiento comercial sea beneficio tanto para el franquiciante como franquiciado. Lo lógico está en un promedio de 24/30 meses”, nos comenta Carlos Canudas, director de Estudio Canudas, consultores en franchising. Además, el franquiciado debería estimar que a su costo de mercadería vendida debe que agregarle una ganancia e incorporar las regalías. La idea es que del resultado de una local, 75% sea para el franquiciado y el 25% restante para el franquiciante.
La ubicación también es un factor clave en la rentabilidad. “La importancia de la localización es fundamental”. Sin embargo, es aconsejable aclarar que la franquicia no garantiza éxito, sino que minimiza los riesgos de cualquier operación comercial. “Hoy el índice de mortandad de los negocios independientes es superior al 80% antes del año. Las franquicias tienen un índice mucho más bajo, un 10 % al cabo de 5 años”.
La expansión por medio de inversores como paso previo a la expansión por franquicia es una buena opción. La diferencia es que los inversores no trabajan activamente y en las franquicias se busca que el franquiciado sea activo. No obstante, luego de trabajar de esa forma, le resultaría más fácil la franquicia. Un sistema no inhabilita al otro.
Costos e inversiones iniciales
Siempre se debe pensar en:
-Un fee de ingreso
-Alquiler de un local (3 meses adelantados, comisión de inmobiliaria e impuesto de sellos)
-Adecuación del local
-El equipamiento (según tipo de negocio)
-El stock.
Los números son altamente variables, pero como estimativo, puede mencionarse que hay marcas que solicitan un fee de ingreso de $40.000 mientras que otras llegan a solicitar $120.000. ¿De qué depende esto? del rubro pero también de si la empresa es proveedora de los productos o servicios que el franquiciado va a comercializar.
“Si la empresa sólo ofrece una lista de proveedores autorizados donde el franquiciado va a adquirir los productos a vender, por lo general suelen cobrar un fee más elevado, ya que la empresa franquiciante no recibe ganancias de la venta de los productos. En estos casos, también es común encontrar que las regalías son más elevadas”. Las regalías suelen estar entre un 3 y un 5% de la venta mensual del franquiciado. También hay casos donde se solicita un importe mínimo mensual y obligatorio de regalía.
Por todo esto, “es difícil encontrar inversiones inferiores a los $500.000. En esos casos suelen ser islas o stands que ofrecen servicios o productos de manera limitada, con poco personal. Por todos estos factores es que la inversión final es muy variable y dependiente”. Profesionales Consultados: Carlos Canudas, director de Estudio Canudas, consultores en franchising.
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