Los Ciccale son una familia de maestros panaderos italianos que desde que desembarcaron en Argentina hace más de una centuria, comenzaron el negocio que hoy continúa en plena expansión y ya va por la cuarta generación. Con la premisa de “bajo precio y buena calidad”, Don Armando Ciccale se construyó como una marca exitosa con mucha trayectoria en el rubro, contando con más de 30 locales propios y una fábrica que elabora sus productos en San Miguel. Su más reciente proyecto fue aventurarse en el mundo del franchising con una fórmula ya probada.
Desde hace un año, la empresa viene trabajando con la consultora Marcas que crecen en su modelo de negocios, la comunicación y el diseño de los locales, que intentan reflejar un clima de cordialidad y la calidez de una empresa familiar, y en los últimos tres meses de lanzaron a seducir inversores. “Tenemos ocho franquicias en camino, y en menos de un mes van a estar abiertas seis sucursales”, informa Andrea Leguizamón, la encargada de llevar la cuenta d ella marca. La inauguración de sucursales comenzó en localidades de zona norte y oeste, como San Miguel, San Isidro, Martínez y Olivos, de donde es originaria la empresa, y más recientemente, plantaron bandera en zona sur con la apertura de seis tiendas más en Lomas de Zamora, Quilmes, Lanús, San José, Solano y Glew.
El crecimiento bajo este esquema es constante y esto se debe a que la empresa cuenta con “los mejores precios del mercado”, en cuanto a cadenas comerciales, según afirman desde la consultora. “Tienen un producto muy bueno, a bajo precio y eso lo permite la economía de escala”, puntualiza Leguizamón. En la fábrica se realiza toda la preparación de los productos que luego son entregados a cada franquiciado. Panes, facturas, empanadas, tartas, galletas y pastafrolas forman parte del stock que la empresa prové cotidianamente a sus franquiciados, además de las típicas medialunas que son la receta más exitosa de Don Armando por su eficaz conjunción de costo-calidad. “La estrella del negocio es que no hay elaboración dentro del local. El producto llega todos los días fresco a los franquciadosy lo único que deben hacer es hornearlo”, expresan desde la empresa. La única excepción se da con los sandwiches de miga. En ese caso, Don Armando capacita a los franquiciados para elaborarlos y los contacta con los proveedores de la marca, pero no hay obligación de adquirir ese producto.
El sistema de franquicias que ofrecen se denomina “llave en mano, llave en marcha”, ya que la empresa se encarga de la búsqueda y armado del comercio en la zona más propicia y rentable para el franquiciado, previa consulta de los interesados con la consultora Marcas que crecen, de la provisión de elementos de trabajo y, posteriormente se designa a un desarrollador encargado de los poner en marcha los aspectos operativos de las tiendas; “la empresa tiene un desarrollador que lo acompaña en todo lo que es administración comercial, capacitación y entrenamiento. Lo entregamos los primeros dos días con un hornero maestro que es quien capacita al hornero de cada surcursal”, explica la responsable de la cuenta.
La inauguración del local con promotoras y degustación de productos, además de su promoción quedan a cargo de la marca: “trabajamos mucho en la comunicación y ofrecemos permanentemente el apoyo de la empresa con desarrolladores que hacen controles de calidad del producto”. El concepto del negocio es que los alimentos estén recién horneados, y mostrar a los clientes ese proceso en los locales. Si bien desde la empresa facilitan gran parte de la elaboración, este tipo de negocio requiere un tipo de franquiciado activo que esté interiorizado sobre la dinámica del negocio, sobre todo, durante los primeros tres meses.
Profesionales Consultados: Andrea Leguizamón, responsable de la cuenta Don Armando, de la consultora “Marcas que Crecen”.
www.marcasquecrecen.com.ar/
|