Actualmente no existe una venta masiva de productos libres de T.A.C.C. (Trigo, Avena, Cebada y Centeno), pero todo indica que es un sector que ofrece posibilidades de crecimiento.
En Argentina existen alrededor de 400 mil celíacos y sus familias son potenciales consumidores de este producto. Según las estimaciones de la Cámara Argentina de Productores de Alimentos Libres de Gluten (Capaliglu), en los últimos cinco años se triplicó la cantidad de empresas del sector.
Estos números incluyen tanto los negocios que ofrecen comidas envasadas, como la venta de comidas elaboradas, helados, restaurantes y cadenas de pastelerías. El sector hotelero también comenzó a interesarse por ofrecer menúes que se ajusten a las necesidades de los celíacos, como parte de su valor agregado.
Estos proyectos ofrecen una ventaja adicional, ya que tienen la posibilidad de integrarse a un programa de Responsabilidad Social Empresaria, lo cual redunda en la imagen de la empresa.
La mayoría de estos emprendimientos son de pequeño y mediano porte. Responden en gran medida a la conjunción de una serie de factores: los diagnósticos de la enfermedad aumentaron en la región y existe una mayor difusión del tema, con los cuidados sanitarios derivados. Una de las consecuencias de esta mayor atención sobre la celiaquía derivó en que muchas provincias del país, elaboren legislación especial para exigir a los restaurantes y cadenas de supermercados a proveer opciones de alimentos sin gluten.
Según la especialista en marketing libre de gluten, Paula Bravo “los productos mayormente esperados y altamente consumidos son las pizzas y empanadas, seguido de panes para diferentes fines (hamburguesas, panchos, sándwiches, etc.)”.
Por otra parte, la población celíaca no es la única potencial consumidora de estos productos. Como se trata de una comida más fácil de digerir, muchos de los que llevan una vida vinculada al deporte o que padecen e problemas gastrointestinales se inclinan por este tipo de dieta.
Una de las mayores desventajas que padece el sector es el costo de las materias primas. A modo de ejemplo, un kilo de harina para celíacos cuesta 5 veces más que el producto tradicional. “Las empresas que cumplen todos los requisitos necesarios para su consumo responsable, deben afrontar altos costos de auditorías y controles oficiales”, señala Bravo.
Por otra parte, la oferta de productos para cocinar sin gluten es todavía reducida, aunque hay signos que apuntan a un crecimiento del mercado. Según datos de la ANMAT, en el último bimestre, se incorporaron 128 productos nuevos, que van desde quesos, bebidas, salsas, aceites y pre mezclas para pizza. Todo indica que este mercado tiene grandes posibilidades de expansión. Profesionales Consultados: -Cámara Argentina de Productores de Alimentos Libres de Gluten.
Sitio web: capaliglu.org.ar
-Paula Bravo, especialista en marketing libre de gluten. |